La zona abarca aproximadamente 10.000 hectáreas de macizo alpino interconectado. La altitud mínima es de 1.550 m (Tignes Les Brévières), y el punto más alto del glaciar de la Grande Motte alcanza los 3.456 m.
Con un desnivel máximo cercano a los 1.900 metros, cada descenso promete espectáculo y variedad.
Estas cifras son un testimonio no sólo de la magnitud, sino también de la fiabilidad de la nieve y de las condiciones, incluso al principio o al final de la temporada.